jueves, 31 de marzo de 2011

LA BODA ES UNA NOCHE, PERO SU PREPARACIÓN DURA UN AÑO

“Las bodas musulmanas duran tres días”, nos cuenta Layla desde la panadería en la que lleva cuatro años trabajando. Su mirada refleja la ambición de esta joven que se vino a España en busca de una vida mejor. En Guadalajara, se enamoró de un marroquí, pero esa unión no era posible. La familia de Layla ya tenía un acuerdo y debía casarse con su primo segundo. Llegó a Tánger, desorientada y dudosa, pero no quería deshonrar a su familia, ni darle un disgusto a sus padres. Ya lleva dos años casada, su marido se vino con ella a España y la sonrisa de Layla, nos muestra que es feliz. Atrás dejó al novio que conoció en España y a la libertad de elegir marido, pero aun así se siente afortunada. 

La ceremonia de la henna, “es el primer día, se pone henna en las manos y en los pies. Luego se hacen fotos. Se suele llevar un vestido típico blanco con adornos verdes, aunque ahora ha cambiado muchísimo la moda y te puedes poner vestidos como quieras”, nos cuenta Layla casi con un perfecto castellano.

El segundo día, “se utilizan tres vestidos aunque todo depende bastante de la economía de las personas, si están bien económicamente es un lujo y se ponen vestidos adornado en color oro, plata y otro en rosita, o azulito como tú quieras”, comenta Layla. Durante estos días los novios están separados y, generalmente, las mujeres están por un lado y los hombres por otro. Los familiares del novio y de la novia se pueden mezclar y, a veces hasta se apuntan vecinos a la celebración. “Si viven muy lejos unos familiares de otros se celebra sólo con los familiares de la novia. En mi caso y hay muchos así, mi marido es primo segundo mío con lo cual, se juntaron las dos familias”, recuerda Layla del día de su boda. También añade apunta que “en la casa donde está el novio aunque haya mujeres siempre están separadas de los hombres” Todas estas costumbres están cambiando y también son muy distintas según  el lugar. "En Tánger tenemos dos culturas. Por ejemplo, hay una rifínia que respetan más lo de que los hombres y mujeres siempre estén separados, pero en Casablanca se juntan hombres y mujeres lo celebran juntos y bailan juntos"

El tercer día, “se ponen también tres vestidos, el último es el de novia de la salida, es de  color blanco y depende de las culturas y la gente. Si es tipo islámico cien por cien se usan velos que cubren el pelo y todo, pero hay modernos que llevan hasta escote, depende de las personas. Eso sí, siempre es blanco el vestido con el que sales a casa del marido”, nos cuenta Layla acordándose de su país. Este es el día en el que el novio va a buscar a la novia a su casa, “llega con una coche al que acompañan más coches, la novia se monta y se van a casa del novio a la entrada se toman dos vasos de leche y dátiles y los recibe la madre del novio con su hermana o prima” El ritual de la leche es similar al típico champán que se bebe en las bodas de nuestro país. “La lecha se la da el novio a la novia y al revés” Layla añade que “allí no tenemos padrino ni madrina, y para comer se mata una vaca, ovejas y muchos pollos” Para los musulmanes es muy importante la comida. Se echara en falta un “platito” de jamón ibérico, pero las mesas rebosan de carne con huevos, ensaladas, dulces y mucha comida.

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